Es una pena hacia lo que tiende el criterio arbitral en estos años de baloncesto moderno. Hablo de primar más al atacante que al propio juego en si. Me explico (que casi no lo entiendo ni yo), hoy en día los árbitros están más preocupados por no dejarse escapar nada que por fomentar el espectáculo sobre la cancha. Como se suele decir, el que habla se equivoca y en este caso el que pita también y además cuanto más se pita más se equivoca. Si se pretende llevar a rajatabla el reglamento e incluso dar un paso más, se está consiguiendo, pero a cambio nos estamos llevando por delante la magia del baloncesto. Cualquier contacto de un exterior en penetración es suficiente para pitar falta personal, incluso si se está acompañando con el cuerpo. Si te apoyo el antebrazo, falta; si te echas encima de mí al tirar un triple, falta; … Los árbitros están obsesionados por cumplir el reglamento a rajatabla, pero recuerdo en mi época de árbitro provincial que había una máxima a la hora de decretar una falta a un defensor, era el cilindro defensivo. Se trata de un cilindro imaginario que forma el jugador defensor y en el que siempre que salte y defienda en él no se debe aplicar falta personal. Puede que sea un concepto difícil de explicar pero en la práctica es algo bien sencillo. Hoy en día se pita por inercia casi cualquier intento de tapón, se da por hecho que el jugador defensor toca la mano del atacante, pero habría que prestar más atención a la manera de saltar del jugador que tapona. Tiene derecho a saltar en vertical (manteniéndose en el cilindro defensivo) sin que sea considerado falta, y puede que sea el atacante el que impacte con él. No quiero cambiar los cimientos del baloncesto moderno pero se están olvidando pequeños conceptos que no ayudan a mejorar el juego actual. Se piensa que si se protege al atacante se fomenta el espectáculo, pero se equivocan en la forma. Pitar 67 faltas en una semifinal de copa (ya sabéis a que partido me refiero), no creo que sea la mejor forma de defender al baloncesto.
En la NBA, como todo en EEUU, está montado por y para el espectáculo y los árbitros lo entienden y actúan en consecuencia. Aún así no están libres de error y para demostrarlo basta con revisar las estadísticas de cualquier partido y mirar los números de las llamadas grandes estrellas. Kobe Bryant y sus 81 puntos no hubiesen sido posibles sin el proteccionismo arbitral y sin un buen porcentaje en tiros libres porque un tercio de esos puntos los anotó desde los 4,60 metros. Por todo ello cuando alguien me pregunta por quien era mejor, si Michael Jordan o Kobe Bryant, me echo un poco a reír. Está claro que Kobe es un crack y probablemente el mejor jugador hoy en día pero no se puede comparar el baloncesto actual con el de hace 10 años porque ni las defensas ni los arbitrajes eran los mismos.
En el baloncesto FIBA hay grandes diferencias y ello probablemente impide a los equipos ACB en muchas ocasiones ganar un entorchado europeo. En la euroliga el criterio arbitral es mucho más permisivo que en la ACB y los equipos españoles acostumbrados a oír el silbato al mínimo contacto actúan de igual manera en Europa. Según dicen el arbitraje en España es el mejor de Europa, cosa que dudo bastante, por lo que debería unificar criterios y pitar de igual manera los sábados que los miércoles. Me gustaría que los árbitros hicieran un examen de conciencia y dejaran de convertir partidos interesantísimos en un concurso de tiros libres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario