El Joventut ganó al Tau 103-25
“Tiene mérito el Joventut. Ganar la Copa al Tau en su casa, con un día menos de descanso a lo largo del torneo, con dos horas y media menos de recuperación en las últimas 24 horas y sobre todo... ganarle con jugadores españoles. Rudy Fernández, Ricky Rubio, Sonseca, Laviña y Ribas totalizaron 103 minutos de juego (más que todos sus extranjeros) por 25 de Vidal, el único español que juega en el Tau. El Joventut es un equipo que se nutre de la cantera y de lo que no quiere el Madrid; el Tau, de las mejores promesas que encuentra por el mundo y de jugadores que escupen por el colmillo, curtidos en mil batallas y que tras pasar por la NBA se convierten en trotamundos. Este año los ha traído hasta de China (Mickeal) y de Corea (Muoneke).
La final fue la reivindicación del jugador español. De Sonseca, cuya rentabilidad supera a la de Lazaros, el pivot griego que ocupó su sitio en el Madrid; de Laviña, el jugador perfecto para las rotaciones; de Ribas, que demuestra lo que hace un chaval de 20 años cuando se le dan oportunidades; de Ricky, quien a sus 17 años asumió la responsabilidad en la jugada que decidió el partido; de Rudy, que destruyó las teorías de que un jugador necesita descanso (32 minutos ante el Madrid, ayer 33 y 32 puntos). Cuando alguien tiene 22 años, ambición y talento lo que tiene que hacer es jugar. Fue lo que hizo y destrozó al Tau con sus 20 puntos en la segunda parte. Una prueba de que lo que viene de fuera no mejora lo que tenemos aquí.”
“Tiene mérito el Joventut. Ganar la Copa al Tau en su casa, con un día menos de descanso a lo largo del torneo, con dos horas y media menos de recuperación en las últimas 24 horas y sobre todo... ganarle con jugadores españoles. Rudy Fernández, Ricky Rubio, Sonseca, Laviña y Ribas totalizaron 103 minutos de juego (más que todos sus extranjeros) por 25 de Vidal, el único español que juega en el Tau. El Joventut es un equipo que se nutre de la cantera y de lo que no quiere el Madrid; el Tau, de las mejores promesas que encuentra por el mundo y de jugadores que escupen por el colmillo, curtidos en mil batallas y que tras pasar por la NBA se convierten en trotamundos. Este año los ha traído hasta de China (Mickeal) y de Corea (Muoneke).
La final fue la reivindicación del jugador español. De Sonseca, cuya rentabilidad supera a la de Lazaros, el pivot griego que ocupó su sitio en el Madrid; de Laviña, el jugador perfecto para las rotaciones; de Ribas, que demuestra lo que hace un chaval de 20 años cuando se le dan oportunidades; de Ricky, quien a sus 17 años asumió la responsabilidad en la jugada que decidió el partido; de Rudy, que destruyó las teorías de que un jugador necesita descanso (32 minutos ante el Madrid, ayer 33 y 32 puntos). Cuando alguien tiene 22 años, ambición y talento lo que tiene que hacer es jugar. Fue lo que hizo y destrozó al Tau con sus 20 puntos en la segunda parte. Una prueba de que lo que viene de fuera no mejora lo que tenemos aquí.”
Juan Mora
Un título puro de baloncesto
“Hay dos familias de títulos en el baloncesto español. O dos dinastías, Austrias y Borbones. Me refiero a los títulos del fútbol (los que ganan Real Madrid o Barcelona) y los que conquistan los clubes específicos de basket. El de ayer, e incluso la final de ayer, fue de los segundos. Y permítanme que yo les atribuya doble mérito a quienes lo han conseguido. Soy el primero en reconocer el beneficio impagable que le aportan Madrid y Barça al deporte de la canasta. No soy tan cretino como para menospreciar eso. Pero considero, a la vez, que el boom del baloncesto español llegó cuando los restantes equipos lograron ponerse al mismo nivel, incluso arrebatarles trofeos. Esa es la explicación de que España sea campeona mundial en baloncesto y acumule éxitos internacionales tanto en selecciones como en competiciones de club. Dos colosos hicieron cumbre y un pelotón de modestos siguieron su vía.
Naturalmente, la joya badalonesa tiene orfebres muy definidos. Jordi Villacampa en la presidencia del club, Aíto como entrenador y jugadores de la cantera convertidos en estrellas. La palabra que les amalgama es compromiso. Rudy Fernández ha aplazado su viaje a la NBA porque quería darle títulos a la Penya. Ricky Rubio, el nuevo John Stockton, asume bien su dualidad de genio deportivo y muchacho normal. Y Aíto le dijo no al Real Madrid porque en Badalona le dieron lo que pedía: continuidad en el nivel de la plantilla. Su pago es una obra magna.”
“Hay dos familias de títulos en el baloncesto español. O dos dinastías, Austrias y Borbones. Me refiero a los títulos del fútbol (los que ganan Real Madrid o Barcelona) y los que conquistan los clubes específicos de basket. El de ayer, e incluso la final de ayer, fue de los segundos. Y permítanme que yo les atribuya doble mérito a quienes lo han conseguido. Soy el primero en reconocer el beneficio impagable que le aportan Madrid y Barça al deporte de la canasta. No soy tan cretino como para menospreciar eso. Pero considero, a la vez, que el boom del baloncesto español llegó cuando los restantes equipos lograron ponerse al mismo nivel, incluso arrebatarles trofeos. Esa es la explicación de que España sea campeona mundial en baloncesto y acumule éxitos internacionales tanto en selecciones como en competiciones de club. Dos colosos hicieron cumbre y un pelotón de modestos siguieron su vía.
Naturalmente, la joya badalonesa tiene orfebres muy definidos. Jordi Villacampa en la presidencia del club, Aíto como entrenador y jugadores de la cantera convertidos en estrellas. La palabra que les amalgama es compromiso. Rudy Fernández ha aplazado su viaje a la NBA porque quería darle títulos a la Penya. Ricky Rubio, el nuevo John Stockton, asume bien su dualidad de genio deportivo y muchacho normal. Y Aíto le dijo no al Real Madrid porque en Badalona le dieron lo que pedía: continuidad en el nivel de la plantilla. Su pago es una obra magna.”
Martín Tello
http://www.as.com/opinion/articulo/titulo-puro-baloncesto/dasopi/20080211dasdaiopi_12/Tes
http://www.as.com/opinion/articulo/titulo-puro-baloncesto/dasopi/20080211dasdaiopi_12/Tes