Notas de Basket

Hay dos casos posibles en la vida en la que tus enemigos hablan maravillas de ti, por mucho odio que te procesen. El primer caso y más conocido es en tu funeral, todo son piropos y halagos de lo buena persona que eras. El segundo caso es cuando te prejubilan en TVE debido a los recortes en la cadena, aunque hayas sido un cabrón partidista en tus tai tantos años como “profesional”; entonces solo habrá buenas palabras sobre lo buen trabajador y persona que eras. Hace poco se marchó un gran tipo como era José Ángel de la Casa y el sábado le tocó el turno a Pedro Barthe.

Nunca ha sido santo de mi devoción pero como ya he dicho, es prejubilarse de TVE y son todo halagos. Voy a intentar que las lágrimas no me distorsionen lo que realmente pienso de este señor. Sus retransmisiones no eran buenas, sobretodo al final de su carrera, quizá por lo convulso de la situación de la empresa o porque realmente era necesaria una retirada después de tantos años, pero nunca ha sido un comentarista ideal para el baloncesto. Si le hemos aguantado tantos años ha sido más bien por costumbre que porque nos gustase su voz y sus chistosos comentarios. Partido va, partido viene, hasta un total de 1200, ahí ha estado, así que hasta el más reacio termina por acostumbrarse y al final cuando ya no está incluso se le hecha de menos.

No creo que fuera un incompetente, pero no dominaba el baloncesto como se le exigiría a un tipo que no ha hecho otra cosa que ver partidos desde su llegada a TVE. Si a su desconocimiento del juego y sus errores de concentración en el seguimiento de los partidos sumamos sus favoritismos por ciertos equipos frente a otros, las retransmisiones llegaban a saturar en el menor de los casos. Por si no fuera suficiente, los últimos años le habían puesto de compañero a Romay que junta los defectos de Barthe pero al cubo y la mezcla resultaba inaguantable hasta para el más merengue.

Pero no todo van a ser malas palabras, el próximo sábado cuando nuestro amigo Barthe no esté, se que me embargará un sentimiento de nostalgia después de haber vivido tantos grandes momentos de baloncesto acompañados de su voz. Además, y por muy poco que me gustara su trabajo, se que ha dado mucho por el baloncesto y que ha luchado con todo su empeño por nuestro deporte dentro de la cadena pública.

 

Desde NdB, adiós Pedro.