Notas de Basket

El deporte profesional no tiene memoria. Es un tópico, sí, pero una verdad como un templo. Como ejemplo voy a poner a un jugador que durante tres años (de la 04/05 a la 06/07), ha promediado más de 15 puntos por partido y una media de 14,5 de valoración en 109 partidos. Resulta que ha cambiado de equipo y esta temporada pasada no ha tenido una gran aportación. Se le ha tildado de todo (voy a obviar todos los adjetivos que he oído sobre este jugador); pero no nos acordamos de lo que ha aportado hasta entonces.
No se ha tenido paciencia con él y desde el principio ha estado en el punto de mira. Pero si dijese que recientemente su familia a estado en peligro de muerte, que ha sido apartado por problemas burocráticos ajenos a él y que de nuevo teme por los suyos, ¿deberíamos tener más paciencia? ¿Sabeís de que jugador hablo?

Un jugador tiene cabeza y físico, y si por cualquier razón alguna de estas no va bien el jugador no responde. En vez de ponernos en su piel, nos dedicamos a reprocharle sus fallos con lo que no le ayudamos a mejorar.
Está claro que se le pago por rendir, y se le ha firmado un contrato acabo de un rendimiento que no está demostrando, pero creo que no estaría demás tener un poco más de paciencia. ¿Sabeís de que jugador hablo?

Y digo todo esto, porque de nuevo, la familia de Will McDonald ha tenido que ser refugiada. Por suerte su familia afincada en Nueva Orleans, a podido escapar a Texas del huracán Gustav, cosa que no pudieron hacer del Katrina, pero no cabe duda de que no debe ser fácil para el jugador del Tau Baskonia. Tengamos un poco más de paciencia, que es la madre de la ciencia.