
Desde Notas de Basket le deseamos un periplo largo y fructífero como entrenador baskonista. Bienvenido, Neven.
Desde Notas de Basket le deseamos un periplo largo y fructífero como entrenador baskonista. Bienvenido, Neven.
Esta noche he tenido una pesadilla. Permitirme que os la cuente: el Baskonia seguía sin entrenador a mediados de Julio. Cuatro jugadores se marchaban al no renovar y algún otro se quería marchar debido a ofertas de mayor calibre. Además de todo esto, el jugador insignia (o el jugador franquicia que dirían por en otros lares), se iba a hacer las américas después de que los Spurs traspasasen por fin sus derechos.
Después de sudores fríos me despierto. Estoy tranquilo, pues sólo había sido una pesadilla. Pero me encontrado con esto, que aunque ya se intuía no deja de escocer un poco. Pero lo que me ha asustado realmente es esta noticia.
Se podía prever que tarde o temprano sucedería, estaba cantado. Pero nos hacíamos los “suecos”. Cerrábamos los ojos y nos tapábamos las orejas y a esperar que el sueño NBA de Scola se esfumase. Ni si quiera las evidentes pruebas como la renovación de Oberto y sobre todo la elección de Splitter en el Draft, nos hacían caer en la cuenta de un inminente traspaso de los derechos a otra franquicia. Pues señores, a ocurrido, y las posibilidades de Scola de recalar en la NBA se han disparado.
Se presenta así, uno de los veranos con más incertidumbres para el Baskonia (probablemente no el que más); pero como en el deporte la memoria es frágil, yo no recuerdo una mayor intranquilidad ante la temporada venidera.
Lo único que me invita al optimismo es la directiva azulgrana, que como bien dice “Joseba”, todos los años conforman un buen equipo. Quizá este año lo tengan más difícil para hacerlo.
De los muchos trenes que he cogido entre Pamplona y Vitoria recuerdo uno con especial cariño. Un tren que me condujo junto a mi acompañante (un buen amigo, hijo de un mítico jugador baskonista) a la rampa de lanzamiento de un equipo de baloncesto.
Martes 12 de Marzo de 1996, la fecha en la que la nave baskonista despegó definitivamente.
Este despegue fue el fruto de varios años de trabajo, y de mejoras constantes. A lo largo de la década que comenzó aquel día, el Baskonia ha experimentado un crecimiento exponencial. En aquel momento la consecución de una Recopa europea parecía un sueño inalcanzable hecho realidad. La posibilidad de jugar en la máxima competición continental sonaba a ciencia ficción, y la de poder codearse de tu a tu con los grandes buques del baloncesto europeo a locura.
A lo largo de estos últimos diez años la progresión del club ha podido ser constatada anualmente. Los años en los que el Baskonia no ha subido escalones significativos han sido testimoniales. El problema es que a fuerza de ascender sin descanso los escalones han terminado por agotarse, y el club ha llegado a una meseta, dejando atrás la fase de crecimiento exponencial. Ya no hay saltos espectaculares de año en año, y siempre se corre el riesgo de perder parte de la altura ganada precipitándose por alguna sima. Este hecho no ha sido asumido por parte de la afición, que exige al equipo que continúe con su progresión, cuando ya no hay margen de mejora y el riesgo de caida es muy alto dada la altura alcanzada. De esta manera se explican las exageradísimas muestras de frustración manifestadas en foros, medios de comunicación o incluso en el propio pabellón tras la conclusión de la presente campaña.
¿Se puede aspirar a algo más que luchar junto a otros 2-3 equipos por ganar la liga ACB, y junto a otros 6-7 por clasificarse para la F4?. Creo que no.
Hace una semana que el Baskonia lanzó un comunicado advirtiendo que no harían efectiva la opción de renovación de Fred House. El americano, que ha realizado una gran campaña a mi parecer, ha mantenido el silencio hasta esta semana. Ayer, preguntado por un medio de comunicación, pretendía una respuesta del club vitoriano sobre su no continuidad, como cualquier trabajador que lo ha dado todo por su empresa y le dan carpetazo sin mediar palabra.
Me sumo a la petición del alero, de conseguir una explicación de algún dirigente azulgrana, sobre la salida de House. Creo que ha dado un rendimiento por encima de lo esperado y su entrega y valía bien merecen una renovación por una temporada más.
Dicho esto, no dudo que tengan sus razones para actuar de tal manera, pero el hermetismo que últimamente maneja el club, no nos permite evaluar de la forma debida las decisiones tomadas y sus consecuencias. Estaremos atentos.