
Los andaluces por su parte, luchaban por consolidarse en la primera plaza del grupo ya que se enfrentaba al Lietuvos Rytas que contaba las mismas victorias (4) que el Unicaja. Además afrontaba el partido con dos bajas importantes en su rotación, la de los dos “cuatros” del equipo, Gabriel y Haislip.
En un partido duro, la clase y determinación de Cabezas decantó el choque a favor de los malagueños gracias a una canasta en los últimos segundos. La transformación del Unicaja de Málaga los fines de semana respecto a los días laborables es asombrosa. Da para hablar largo y tendido. El año pasado le ocurrió algo parecido y lo relataba en el artículo Life is a rollercoaster.
Mientras, el Madrid, tiene hoy un buen partido para rehacerse de la derrota de la semana pasada en Barcelona a costa de un inofensivo Roanne.